20 de noviembre de 2014

Los logros de la Administración de la Bogotá Humana... Pura ilusión




A continuación les comparto una nota que escribí para mis amigos de la Plaza Pública. Aquí pueden ver la nota

El pasado 22 de  julio tuve la oportunidad de asistir al evento de presentación de resultados del informe de Calidad de Vida 2013, realizado por Bogotá Cómo Vamos, en asocio con la Universidad Javeriana y la Universidad de los Andes, la cámara de Comercio y la Fundación Corona. Al revisar toda la encuesta, tanto como los materiales allí presentados encontré datos y resultados que prenden alarmas para la ciudad. Me quedaron algunas dudas y me surgieron algunas reflexiones que me gustaría compartir con ustedes.





La encuesta confirma las denuncias que se hicieron desde la Veeduría Distrital y desde el Concejo de Bogotá, sobre el incremento en la contratación directa en las entidades del Distrito. Señala que durante el gobierno del alcalde Gustavo Petro, ésta aumentó en un 30%, los sectores con más contratistas fueron la Secretaría de Educación  y de Integración Social. Allí la pregunta que debemos hacernos, es si el número de personas contratadas ha impactado de manera positiva en la calidad y cumplimiento de las metas misionales de cada sector. Y la respuesta no es alentadora, en el caso de la Secretaría de Educación hay una parálisis preocupante con la construcción de colegios oficiales, razón por la cual, estudiantes y maestros se han quejado de las condiciones en las que dan y reciben clases.

En cuanto a la percepción de seguridad en la ciudad, la cosa se pone peor. Pues evidencia la sensación ciudadana de los últimos meses, en la que el miedo se volvió a apoderar de nosotros. Apuñalan por robar un celular, matan por robarse unos tenis, golpean hasta la muerte por defender a un perro que es maltratado por su dueño, se suben en Transmilenio y a cuchillo desbalijan a todos los que van en el mismo vagón de los ladrones, y así… Según la encuesta, a la pregunta de si los ciudadanos se sienten seguros en su ciudad, sólo 21% responde que sí, resultado que junto al de Cartagena, y Valledupar son los más bajos de las 10 ciudades en las que fue aplicada la encuesta.

En cuanto a la movilidad,  los resultados son desastrosos, a pesar de la visión del alcalde que dice que vamos bien. Bogotá está colapsada, sus vías están llenas de huecos, que pretendieron tapar con una máquina tapa huecos que está envuelta en una investigación, por líos en la forma en la que se hizo el contrato. Además, después de un tiempo, el relleno que le ponen a los huecos se derrite.



Por otra parte, Transmilenio ha tenido cuatro gerentes en los últimos dos años, generándole total inestabilidad.  Los usuarios nos quejamos de la grave crisis del sistema, crisis a la que no se le está haciendo frente. Faltan buses, o están en mal estado, las frecuencias están mal pensadas para la demanda de usuarios, no hay seguridad al interior de las estaciones, las filas para entrar o salir son interminables y nos estamos demorando más tiempo en llegar a nuestros destinos. No siendo suficiente con eso, la cantidad de carros que hay en Bogotá aumenta a pasos agigantados, y no hay pico y placa que valga, porque el problema no está en la restricción del uso del carro particular, sino en la cultura del uso del carro que se alimenta en la ciudad. La meta que se planteó la Secretaría de Movilidad, era la de reducir a 51 minutos, el tiempo promedio de desplazamiento en carro, sin embargo, el tiempo de desplazamiento hoy es de 64.8 minutos promedio. Y no podemos perder de vista que para que la gente se baje del carro es necesario que le ofrezcan un sistema de transporte público atractivo, seguro y rápido. Y hoy eso es una ilusión…

Y en cuanto a movilidad sostenible, bandera de la Administración de la “Bogotá Humana”, los resultados son peores, pues de los 145Km de ciclorruta que se prometieron, a la fecha sólo se han construido 32km y se han habilitado 8km de bici carriles. Ojo, siendo esta una administración pro-bici.  Y también es importante contar que la licitación del sistema de bicicletas públicas para Bogotá está enredada porque la Secretaría de Planeación no entregó su concepto, razón por la cual ésta nunca se abrió. Y al parecer nos vamos a quedar sin sistema de bicicletas, otra vez. Todo lo anterior me hace sentir, que Bogotá, en estos aspectos, va perdiendo.

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