El bicitaxismo en Bogotá surgió como una opción para desplazarse del interior de los barrios a las estaciones de Transmilenio. Casi once años después de su llegada a Bogotá, la falta de regulación los tiene en un limbo de ilegalidad peligroso para quienes trabajan en el gremio, así como para quienes los usan. Los bicitaxistas no gozan de los beneficios de un empleo formal, no tienen seguridad social ni prestaciones. En caso de un accidente laboral nadie responde y frente a un eventual con un pasajero, tampoco.
La falta de regulación causa desinformación; por ello las diferencias frente a las cifras que se tienen sobre cuántos bicitaxis circulan en Bogotá. Un censo realizado por la Universidad Nacional en 2013, señala que existen 3.100 en Bogotá (Ver link de la nota: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13119462, mientras que para la Federación Nacional de Bicitaxistas (FENALBIC) hay 8.000. Según esta entidad, éstos transportan a casi 200 mil pasajeros al día, de los cuales cada bicitaxista moviliza alrededor de 40 personas diariamente.
De acuerdo con un investigación de Caracol Noticias, el gremio puede recibir hasta $640 millones / día. Un bicitaxi de pedal cuesta alrededor de 1.800.000 pesos y uno con motor entre 6 y 7 millones de pesos. El cupo de un bicitaxi cuesta entre 15 y 25 millones de pesos, y el propietario los alquila por 10.000 pesos en el sur de la ciudad, y en el norte por 40.000 pesos el día. Un bicitaxista se hace entre 40 y 50 mil pesos diarios, dependiendo del clima, si llueve hace más carreras y gana más. Ver informe de la periodista en este link:
Como lo demuestran los datos presentados, este tipo de trabajo, que nació por la necesidad de los ciudadanos de salir de sus barrios para llegar a las estaciones de Transmilenio, mueve 640 millones de pesos al día y emplea a 8.000 personas. No obstante su potencial para generar empleo, el Ministerio de Transporte y la Secretaría de Movilidad de Bogotá llevan 11 años decidiendo si lo regulan o no.
Al no estar regulados, los bicitaxistas se han visto enfrentados a operativos y multas por parte de la Policía en Bogotá. Por eso, en el 2013, la Federación Nacional de Bicitaxis (Fenalbic), la Federación Nacional de Bicitaxistas de Colombia (Fenabicol), la Corporación Suroriental de Tricimovilidad y la Asociación de Propietarios de Bicitaxis de Suba (Asoprobisuba), interpusieron una acción de tutela en contra de la Secretaría de Movilidad y de la Policía de Bogotá. En ésta, indicaban que las medidas tomadas por la Alcaldía de Bogotá para combatir el transporte en bicitaxi afectaron su derecho al trabajo, al mínimo vital, a la propiedad privada y a la libre empresa.
Frente a esa tutela, la Sala Séptima de Revisión de Tutelas de la Corte Constitucional resolvió respetar el derecho al trabajo de quienes se dedican al bicitaxismo, así como exhortar al Ministerio de Transporte para que: “dentro del ámbito de sus competencias, promueva la implementación de medidas que en forma definitiva establezcan la forma y condiciones en que puedan o no operar los llamados bicitaxis, teniendo en cuenta los parámetros señalados en la sentencia C-981 de 2010.” Y a la Secretaría de Movilidad para que: “una vez definido por parte del Ministerio de Transporte si los vehículos no automotores pueden o no ser homologados para la prestación del servicio público de transporte, proceda a diseñar la política a nivel local sobre el bicitaxismo, teniendo en cuenta los parámetros señalados en esta sentencia acerca del respeto al principio de confianza legítima y democrático y el derecho fundamental al trabajo de quienes ejercen tal actividad.” Ver link: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2013/T-442-13.htm
Pero ni siquiera con lo dicho por la Corte se ha logrado resolver algo definitivo al respecto. La Secretaría de Movilidad dice que el Ministerio de Transporte debe regular el servicio, y el Ministerio dice que para regularlo necesita que la Secretaría presente un estudio con las características para la homologación de los bicitaxis, así como las rutas y la infraestructura para su circulación. Al final de cuentas ninguna de las dos entidades da el primer paso para resolver el limbo legal en el que está el bicitaxismo en Bogotá, poniendo en peligro a quienes conducen los bicitaxis así como a quienes los usan.
Además, por la falta de regulación oportuna a este tipo de trabajo, están naciendo mafias que especulan con el valor de los cupos de los bicitaxis, se apropian de algunas estaciones y portales de Transmilenio, y se están fabricando bicitaxis con motores que no cumplen con los mínimos estándares, acabando de tajo con la esencia de cualquier tipo de transporte en bicicleta: no contaminar.
Este es el link de la nota en la Veeduría Distrital
Este es el link de la nota en la Veeduría Distrital
Ana María Parada - @Paradita
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